Margarita Martínez. La casa de acogida a enfermos de SIDA de Aranjuez -Basida- celebra mañana 15 de diciembre su XXV aniversario con varias actividades que se han iniciado este fin de semana entre las que destaca el estreno de un musical que lleva a escena la historia de la institución.
En el musical, del que se van a realizar 6 funciones, participan más de cuarenta personas, entre residentes, voluntarios y personal de la casa, estando prevista la asistencia de en torno a 1.700 espectadores entre las residencias de Aranjuez y Manzanares. Habrá también una función en Loyola.
Visitación Adán, directora de Basida, ha explicado que "llevamos tres años trabajando en este proyecto, ya que hemos realizado desde las letras de las canciones a la puesta en escena, destacando los momentos más emblemáticos que hemos vivido en estos veinticinco años".
Además del musical, durante el fin de semana se han desarrollado otras iniciativas como un concurso gastronómico de tortillas, empanadas y tartas, un torneo de fútbol, una exhibición de danza y la proyección de un vídeo conmemorativo, además de la tradicional misa de acción de gracias que oficiará el vicario del Obispado.
Otro de los actos más emotivos será el homenaje "Una utopía viva", en el que se reconocerá la labor de siete personas que han residido o han colaborado con la casa durante este tiempo. Este tendrá lugar mañana martes.
Los homenajeados serán el residente más veterano, una niña "que es un ejemplo de superación", un matrimonio y su hija, que estuvieron en Basida en los años 90 y lograron reinsertarse, y Pepín, un voluntario de 84 años "que se jubiló anticipadamente para colaborar con nosotros y no ha faltado un solo día".
A ellos se suman los nombres del presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, que lleva años visitando y colaborando con Basida, el panadero ribereño, Pedro Serrano, "que nos ha donado el pan durante 25 años", y el empresario andaluz, Paco Arriaga, que ha proporcionado material de construcción y donaciones.
"Este proyecto empezó como un utopía -asegura Adán-, la gente pensó que era una locura de juventud, una forma de vivir a contracorriente, pero día a día se ha hecho realidad un sueño que demuestra que otra forma de vida es posible y que de lo más oscuro y difícil se pueden sacar los mejores valores del ser humano".
Durante estos 25 años han pasado por la casa de acogida de Aranjuez en torno a las 1.200 personas, aunque en total sumarían 1.700 teniendo en cuenta las residencias de Manzanares y Navahondilla.
"Durante este tiempo han muerto en Aranjuez más de 200 personas, sobre todo durante los diez primeros años, ya que muchos enfermos no llegaron a los tratamientos".
Adán lamenta el repunte que está teniendo el SIDA en los últimos años, algo que achaca a la falta de publicidad que se le está dando.
"Tenemos en torno a 1.300 casos anuales y un alto porcentaje de enfermos se sitúan entre los 24 y los 29 años, seguidos del tramo de los 31 a los 35".
En Basida ya no se acoge solo a enfermos de SIDA, sino a personas con problemas de adicción al alcohol o las drogas, con trastornos de alimentación y otros derivados de la desestructuración familiar.
"En Aranjuez siempre fuimos bien acogidos y la gente sigue colaborando, además de reconocer nuestra labor, como cuando nos nombraron Amotinado Mayor en 1998".
En la actualidad trabajan en la casa de Aranjuez 15 personas fijas y más de 30 voluntarios.