Acipa ha calificado de "preocupante" el incremento del número de delitos en Aranjuez durante el primer semestre del año, a juzgar por los datos del informe del Ministerio del Interior, hecho público esta semana.
En dicho informe se da a conocer que Aranjuez ocupa el segundo puesto en las localidades de más de 50.000 habitantes en las que más se ha incrementado la delincuencia, concretamente un 10,1%, registrándose 1.371 delitos en los seis primeros meses del año.
Donde más ha aumentado ha sido en los robos de vehículos y en los robos con violencia e intimidación. Así, se ha detectado la subida del 87,5% en relación a los robos con violencia e intimidación, un 100% de aumento en relación a robos con fuerza en domicilios, un 150% de subida en cuanto a robos de vehículos a motor, un 25% de aumento de delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes y un 12,4% más de aumento de daños, registrándose un leve descenso solo en el capítulo de los hurtos.
El portavoz de Acipa, Jesús Mario Blasco, ha asegurado que “nuestra localidad no es insegura, pero estos datos nos deben poner en alerta para redoblar los esfuerzos y conseguir reducir ese número de delitos. Nuestra localidad no puede permitirse un efecto llamada a delincuentes que consideren Aranjuez como un municipio en el que es fácil delinquir”.
Asimismo, ha señalado que "las administraciones deben darse cuenta que los agentes necesitan medios con los que patrullar, vehículos en condiciones, elementos que les proporcionen seguridad y todos y cada uno de los medios que les faciliten su trabajo”.
Además, los independientes dicen estar "convencidos de que el gobierno habrá tomado buena nota de los datos que arroja este informe de criminalidad, habida cuenta de las quejas que expresaron cuando estaban en la oposición y de las críticas que hicieron tras el repunte de criminalidad registrado a lo largo de 2014, cuando dicho repunte fue del 8,3 por ciento, y estén trabajando para conseguir reducir la criminalidad en nuestra localidad".
A ello suman que “debe impulsarse y potenciarse la policía de barrio, que conozca a vecinos y comerciantes, la presencia de los agentes por la calle supone una medida disuasoria por sí misma. Sin olvidar patrullar con más frecuencia barrios como el de la Montaña, Mirador o las Artes, alejados del casco urbano y más proclives a sufrir actos delictivos así como la prevención de los daños producidos por actos vandálicos”.